Discurso de la inauguración
Discurso en la inauguración de la exposición «Henrike Franz – Grund» el 26 de noviembre de 2014 en el Kunstverein Erlangen por Barbara Leicht M.A.

Señoras y señores, «Grund», la exposición de la dibujante Henrike Franz es su primera presentación en solitario en el Kunstverein Erlangen desde que recibió el Premio de Arte y Banco del VR-Bank Erlangen-Höchstadt-Herzogenaurach en 2010. Quizás algunos de ustedes recuerden las figuraciones de gran formato en papel, los body pictures, en los que la artista examinaba emocional y sensiblemente el cuerpo humano. Han pasado muchas cosas en su obra desde entonces. Pero buscar cosas originales de la creación fue y sigue siendo su impulso esencial para expresarse gestualmente en sus dibujos y técnicas mixtas.
»Grund», el título de la exposición de Henrike Franz es un término ambiguo. «Grund und Boden» («tierra») y fondo marino por ejemplo como términos topográficos, «Grund» como causa o motivo, razones y justificación, muchas otras palabras vendrán ciertamente a la mente.
Todos estos niveles de significado se emulan en las obras actuales del artista.
Aquí muestra, entre otras cosas, impresiones escénicas que fueron creadas en base a imágenes de Google Earth. En estas obras, el tema del dibujo de Henrike Franz es muy tenso. Recupera imágenes del mundo virtual de Internet e interviene en las vistas de pájaro tomadas por los satélites. La ahora total vigilancia desde el espacio hace posible medir digitalmente cada centímetro cuadrado de nuestro globo. Y no sólo eso: Todos nosotros, dondequiera que caminemos o estemos, siempre somos rastreados por nuestros teléfonos móviles a través del Sistema de Posicionamiento Global.
Siempre hemos sido parte de la topografía y una de las primeras percepciones en nuestras vidas es el paisaje. Con los arquetipos piedra, árbol o montaña y los fenómenos atmosféricos del tiempo y las nubes, el paisaje está profundamente anclado en nuestra memoria. Da forma a nuestras vidas, y para algunos incluso a nuestro carácter, y a nuestros anhelos de cercanía y distancia, de armonía y belleza.
La riqueza y diversidad de la creación se encuentra en los muchos paisajes de la tierra.
Con este telón de fondo, la artista trabaja con nuestra percepción y hace visible su imaginación en sus composiciones.

Sus dibujos logran lo que la virtualidad de la que se origina la base de los cuadros no es capaz. Artísticamente alienados por Franz, son reinterpretados a nuevos puntos de vista y a través de su intervención reciben un componente sensual, entre otras cosas a través de esmaltes o lápices.
La determinabilidad topográfica no tiene ninguna importancia para ella, se centra en la traducción artística de las impresiones del paisaje en general. Esta es probablemente una de las razones por las que sus obras tienen un efecto espontáneo, intuitivo e inmediato. No es sólo el momento lineal lo que hace que las obras sean extraordinarias, sino también los collages y las capas de pintura que pronto cubren algunas situaciones como las nubes.
Nuestra especie siempre ha usado los paisajes de la tierra para vivir y sobrevivir. La agricultura, la minería, la silvicultura y la ganadería, las ciudades y pueblos, los caminos y senderos, la vida común desde tiempos inmemoriales. Todo esto está ahora determinado por un mundo tecnoide, sintético y virtual, muy alejado de la original y milenaria intervención humana bastante suave.
El impulso de industrialización y prosperidad incluso en los lugares más remotos de nuestra naturaleza y la explosión demográfica mundial están contribuyendo cada vez más al deterioro de los ecosistemas y los climas.
Con nuestra percepción, nuestros sentidos, podemos y debemos experimentar/ soportar una parte de este mundo visible, tangible y audible. En el centro de nuestro ser experimentamos el ambiente y el tiempo y nos ubicamos en el ambiente. Las posibilidades que la percepción nos ofrece para esto son asombrosas y maravillosas. Si y cómo pensamos en ello es algo individual. Esto da forma a la imagen del hombre y sus estructuras sociales durante la era del progreso galopante, la contaminación ambiental, la superpoblación – parámetros de la sociedad moderna que van de la mano, simultáneamente alrededor del globo.
La era de la digitalización ha cambiado muchas cosas. Cada vez confiamos más en la virtualidad y no la cuestionamos lo suficiente. El arte, si no nace en el espacio digital, nos ofrece ver de forma diferente y encontrar pequeñas islas de paz.
Razón suficiente para que Henrike Franz nos lleve a su mundo. En sus obras analiza el término paisaje artísticamente y lo reproduce a su manera.
La combinación de su percepción, su intuición y su ímpetu da lugar a puntos de vista gestuales y poéticos. Su fuerza se muestra en la interacción de la inmensidad y la proximidad de un paisaje imaginario. El artista renuncia casi por completo a los medios tradicionales como la perspectiva o el sfumato; en el mejor de los casos, los colores naturalistas aparecen repetidamente junto a tonos de neón artificiales y luminosos. Esta discrepancia es un juego entre la realidad y la virtualidad, los dos mundos de los que provienen los colores, las formas y las imágenes.

Franz muestra los arquetipos en un lenguaje reducido y los reproduce con medios gestuales de manera emocional, pero no descontrolada. Las apariencias de estas ficciones muestran el sentimiento, la actitud y las imágenes interiores del artista.
Desde su última exposición en Erlangen, se ha desarrollado rigurosamente y ahora ya no persigue la búsqueda de la fisicalidad, sino que investiga en un meta-nivel para encontrar un denominador común para la percepción.
Esta es probablemente una de las razones por las que los símbolos de los ojos aparecen en algunas de sus obras.
La insondable profundidad de la pupila es la misma para todas las personas. Sólo el iris hace que el ojo sea individual y único. Los motivos de iris/alumnos y los patrones de puntos en algunos dibujos simbolizan las miradas más o menos intensas a nuestro entorno.
En el blanco del papel o en las copias de Google Earth, las puntuaciones muestran cómo virtuosamente el artista recibe la naturaleza con una expresión independiente, sin ser naturalista. Sin la influencia del arte contemporáneo, tiene la capacidad de reproducir una situación imaginaria en unos pocos medios escriturales expresivos – misteriosos, no para ser leídos con una mirada superficial, sino para internalizarlos sólo a través de una intensa visión y percepción.
Henrike Franz ha encontrado una auténtica expresión artística, que ha desarrollado a lo largo de los años en finas modulaciones y en una escritura reconocible de primera clase. ¡Qué emocionante observar esto!